Cuando tienes desde hace tiempo en tu lista de pendientes una receta que de repente se le antoja día tras día a uno de los tuyos.... pues qué haces??? Pues dices.... la excusa perfecta!! jajaja Y claro... la tuve que hacer ;-)
He de decir que hacía tantos años que no me comía una Cristina que ya ni me acordaba a qué sabían...!!! Pero así que le di el primer bocado de repente me transporté a mi niñez, en alguna tarde que íbamos al parque y mi madre nos compraba este pastelito para merendar en alguna ocasión, o aquellos postres de domingo en casa de mis abuelos, aquella época en que podía comer cualquier alimento y no tenía que evitarlos o pararme a leer o preguntar sus ingredientes... y quizás ese era el motivo porque hacía tanto tiempo que no las comía, porque desde que dejé la lactosa, ha habido tantas cosas que tuve que dejar con ella.... peeeeeero poco a poco se van haciendo más productos sin lactosa, y además, con ganas e ilusión, también podemos hacer nuestras popias recetas sin lactosa... allá vamos! :-)
